Fundador de ETA / Amnistiado en 1977

Teo Uriarte: «Sánchez está jugando con dinamita por cuatro votos para seguir en el poder»

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«Sánchez está jugando con dinamita por cuatro votos para seguir en el poder». Es el diagnóstico de Teo Uriarte, en una entrevista a HOY RESPONDE de OKDIARIO, en la que analiza la composición explosiva de amnistía y autodeterminación que Pedro Sánchez maneja con ligereza. «La amnistía de Sánchez y Puigdemont es una aberración, puro mercadeo y un chalaneo barato entre tratantes de ganado», añade. «El PSOE -dice- se ha convertido en un trilero para mantenerse en el poder a cualquier precio, incluida la convivencia entre españoles». Teo Uriarte cree que España se acerca peligrosamente a los peores momentos de nuestro pasado.

En Teo Uriarte confluyen todos los elementos para hablar con autoridad del momento político actual: fue fundador de ETA, condenado en el proceso de Burgos en el ocaso de Franco, abandonó las armas al llegar la democracia y se benefició de la Ley de Amnistía de 1977. Tras fundar Euskadiko Ezkerra, militó en el PSOE del País Vasco hasta que Nicolás Redondo Terreros fue apartado -ya con Zapatero- de la secretaría general del PSE por su pacto con Jaime Mayor Oreja para contrarrestar el Plan Ibarrexte y desalojar al PNV del poder. En la entrevista cuenta cómo los devaneos del PSOE con la autodeterminación vasca vienen de mucho más lejos que Zapatero o Sánchez.

Teo Uriarte habla de las ganas del PSOE vasco actual de aliarse con Bildu para hacerle la pinza al PNV y desalojarlo del poder. Ve al PSOE rendido a la «mano de hierro» de Sánchez; y al PP de Feijóo «despistado» en general y, particularmente, en el País Vasco: «Andan ahora con el foralismo. Alucino».

Teo Uriarte perdió un día el carné del PSOE vasco al utilizarlo para abrir la puerta de la casa de un amigo en Madrid: «Me dejó su apartamento y me dejé las llaves dentro. No tenía otra cosa a mano». Se ríe. No parece echarlo de menos.

PREGUNTA.- ¿Le ha sorprendido la expulsión de Nicolás Redondo del PSOE?

RESPUESTA.- Quizás sea el momento más noble para ser expulsado, aunque sea un aviso a otros compañeros de la antigua generación. Él se lo temía, pero sé que lo está sintiendo. Creo que es el momento más noble para ser expulsado, porque el PSOE ha dejado de ser un instrumento al servicio de la sociedad española y se ha convertido en un trilero para estar en el poder a cualquier precio, incluida la convivencia entre los españoles.

Sánchez y Puigdemont

P.- ¿Qué le parece el personaje de Carles Puigdemont?

R.- Un integrista radical de difícil encaje en un sistema democrático. El prototipo de político capaz de provocar una crisis grave. Quiere la independencia de Cataluña y está dispuesto a ir hasta el final. Sánchez, por el otro lado, va con el objetivo absoluto de mantenerse en el poder. Me temo que la ambición de poder de Sánchez le haga doblegarse ante Puigdemont, que no va a ceder. Van a dejar el sistema constitucional español y la convivencia política española absolutamente destrozadas.

P.- ¿Sánchez va a seguir dando pasos que rompen el sistema si es necesario?

R.- Sí. La amnistía es un vértice que rompe el sistema, pero luego la autodeterminación también. No hay un modelo de Estado, de nación europea, que admita la autodeterminación de sus partes sin provocar una profunda crisis en el seno de esa nación. Europa no quiere la inestabilidad que produciría la ruptura de España. Es jugar con dinamita. Jugar con los peores instintos políticos que hubo en España en el siglo XIX. Y podemos encontramos en una situación de convulsión e inestabilidad que recuerda a la I República. Eso tendrá consecuencias en el bienestar de los ciudadanos. Si no hay estabilidad política, no la hay en la economía y en las relaciones sociales.

P.- ¿Esta transformación del PSOE empezó con el proceso de Zapatero con ETA?

R.- Viene de antes. De cuando Felipe González, que hoy en día tiene una postura muy seria respecto a la autodeterminación, consideró que el encuentro de Nicolás Redondo con Mayor Oreja frente al Plan Ibarretxe era una especie de traición a la política del PSOE respecto a sus amigos del PNV. Ahí ya empezó a jugar el socialismo español con un pragmatismo cortoplacista, sin visión de futuro. Felipe fue ayudado por Juan Luis Cebrián [Grupo PRISA], que escribió un artículo realmente indigno sobre los socialistas vascos que, con la coalición con el PP de Mayor Oreja, pusimos la convivencia de la nación española por encima de las siglas para no permitir que Ibarretxe volviera al poder. La actitud de Felipe no fue la de un estadista, que lo ha sido casi siempre. No se dio cuenta del inicio de la ruptura política y constitucional que se estaba produciendo con Ibarretxe y que, posteriormente, tuvo su continuidad en Cataluña. Lo que está ocurriendo en Cataluña es resultado de esa actitud de cierto consentimiento que mostró Felipe González ante el nacionalismo vasco en un momento de ruptura como el que planteaba Ibarretxe.

Otegi, lehendakari

P.- ¿Ve al PSOE y a Sánchez haciendo lehendakari a Otegi?

R.- Desde la negociación de Zapatero con ETA, en las conversaciones de Loyola, Josu Jon Imaz, del PNV, se da cuenta de que existe un esbozo de pinza entre el PSOE y Herri Batasuna, que ya había sido, antes, esbozado por Jesús Eguiguren y, anteriormente, por Mario Onaindia, que se echó atrás viendo cómo iba a ser aquello. Ahora, en el seno del PSE existen ciertos ímpetus de conseguir la hermandad en un solo partido con Bildu. La tentación existió ya en los años 40, durante la II Guerra Mundial. Se lo propusieron a Prieto y dijo que si se apoyaba la autodeterminación para Euskadi, él se daría de baja. Hoy existe ese riesgo. Yo, del PNV, empezaría a pensar que no conviene la relación con Sánchez porque el día menos pensado el PSOE entabla una alianza casi orgánica con Bildu y el poder del PNV en el País Vasco desaparecerá.

P.- ¿Y ve capacidad de reacción interna en el PSOE?

R.- No. El PSOE no tiene salida. Si hace unos años se podía plantear una refundación, ya es imposible. Puede haber una revuelta que daría lugar a otro partido diferente al que dirige con mano de hierro Sánchez. Yo veo la situación muy mal y solamente el exceso por parte de Puigdemont puede cambiar las cosas. Sánchez está dispuesto a aceptar sus reclamaciones anticonstitucionales. Si se produce una rebelión por la vieja generación socialista será hacia otro partido. Sánchez seguirá con las siglas del PSOE.

Cuatro votos

P.- Usted se benefició de la Ley de Amnistía de 1977. Venían de Franco. ¿No le resulta ofensivo escuchar a Yolanda Díaz explicar que hay tres tipos de amnistía?

R.- Esa amnistía, si se da, es una maniobra de prevaricación evidente. Es reducir un gesto importante, trascendente, de generosidad y encuentro, a un «tú me das tus cuatro votos y yo te doy la amnistía». Es un puro mercadeo barato que desprestigia una operación política trascendente como es la amnistía. Es degenerar la política y reducirla a gestiones de tratantes, de chalanes de ganado, simplemente por el poder. Es decirle a Puigdemont: «Puedes venir como sea y me das los votos». Es el colmo del desprestigio de la política. Sánchez ya empezó a desprestigiarla cuando llegó diciendo que «no es no». ¿Qué político republicano y liberal llega a un parlamento diciendo «no es no»? Eso es de señor feudal. Es negar el republicanismo y el liberalismo. Y, ahora, ofrece la amnistía por cuatro votos y salir él como presidente del Gobierno. Es una aberración.

P.- Enfrente, el PP vasco está en la irrelevancia.

R.- El PP vasco está muy despistado. El PP, en general, está bastante despistado y es una pena porque tiene gente buena alrededor. El problema es que los partidos políticos suelen echarlos de sus filas. El PP en el País Vasco está dándole vueltas, ahora, al foralismo. Hombre, me parece un buen entretenimiento, pero el problema hoy no es el foralismo. El problema, hoy, es la profunda crisis de Estado a nivel de España que tenemos. Me convocaron a una reunión para hablar de foralismo y yo alucinaba. Les dije: «Yo no soy foralista. No sé qué pinto aquí. Pero es que ustedes no se dan cuenta que el foralismo es un sistema parasitario del sistema político español y el que está en crisis es el sistema político español. Y ustedes se están divirtiendo con un juego absolutamente ajeno al problema».

P.- ¿Cómo ve a la oposición a Sánchez en general?

R.- Si aquí en el País Vasco ocurre esto con el PP, sospecho que en otras partes de España ocurren cosas por el estilo. Por ejemplo, el discurso que hizo María Guardiola metiéndose con Vox. Yo nunca votaré a Vox, que es un partido mucho más homologado democráticamente que Bildu. Nunca votaré a Vox, pero no puedes usar contra Vox las mismas palabras del PSOE o Yolanda Díaz porque tú eres otra cosa. No puedes hablar como el PSOE o Podemos respecto a alguien, además, que vas a necesitar si quieres ser una alternativa de poder en España.

Aquí puedes ver la entrevista completa

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